Resumen
¿Qué sucede en nuestro país en el campo de los consumos culturales? Para comprenderlo es necesario contextualizar. Este artículo propone tres líneas de reflexión: la relación de la cultura mediática con lo económico, con los ordenamientos jurídicos y con la estructura familiar. No habla de masas a expensas de los estímulos de la pantalla. Pero hay algo que da por descontado: las compañías no gastan en comunicaciones que no producen efectos. Se precisa, en consecuencia, un ordenamiento jurídico sólido, familias que contengan de manera responsable y una comunidad que cuente, a la hora de elegir, con el suficiente espesor cultural.